sábado, 21 de marzo de 2015

Clase del lunes 16 de marzo

Para esta semana nuestra profe de TIC os ha propuesto un nuevo reto que consiste en contaros a vosotros, mis blogueros, qué es lo que pienso yo sobre la asignatura, qué tareas realizamos, como me siento yo cursándola, si me gusta o no, etc.
En la clase del lunes 16 de marzo, se nos propuso como reto pensar en algo, en lo que fuera, ya sea en las vacaciones, una noche de fiesta, esa canción que tanto nos gusta, nuestra querida mascota, algo que creamos que nos identifica o cualquier otra cosa que se nos ocurriera.
Una vez pensado, la misma profesora se ha puesto como ejemplo, y ha enseñado el objeto que ha pensado. Eran unos pendientes. A continuación nos pidió que dijéramos adjetivos que pudieran identificarla por el hecho de haber elegido ese objeto y no otro. Muchos de nosotros dijimos los adjetivos que pensábamos, y seguidamente la profesora eligió voluntarios para que mostraran el objeto que habían elegido y así realizar la misma actividad con ellos.
Personalmente me ha gustado la actividad, se me hizo la clase más dinámica y nos enseñó que las apariencias verdaderamente engañan, que muchos de los adjetivos que dijimos si que tienen mucho que ver con la persona, pero muchos otros no, y que aunque algunos de los adjetivos que se dijeron a unos compañeros también coincidieron con los de otros, no quiere decir que esas personas se parezcan ni que sean iguales.
La clase del lunes fue bastante productiva por que además de realizar esta actividad, la profe nos explicó el lenguaje unidireccional y bidireccional y hemos realizado una nueva actividad con este nuevo aprendizaje. Esta consistía en primer lugar en que una de mis compañeras debía ponerse de espaldas a una imagen y tenía que intentar dibujarla sin mirarla, solamente siguiendo las indicaciones orales de otra de mis compañeras que sí podía ver la imagen. A este hecho le llamamos lenguaje unidireccional ya que el dibujo fue acertado pero no al 100%. En segundo lugar, la compañera elegida como dibujante se encontraba en la misma situación que anteriormente pero con la diferencia en que esta vez podría ayudarse preguntando cuestiones a la otra compañera, que a la vez ahora sí podía realizar gestos. Este hecho es parte del lenguaje bidireccional, y los resultados del dibujo fueron acertados al 100%.
Puedo decir que de esta práctica aprendí que el lenguaje bidireccional es mucho más acertado que el unidireccional y que es el más recomendado.

Espero que tengamos muchas más clases tan dinámicas como esta, ya que es una forma de aprender mucho más llevadera que las clases normales.

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